La Maraña Cósmica

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El título de mi columna es de hace algún tiempo (2005), surgió como parte de un proyecto académico de comunicación de la ciencia “experimentado” en el Instituto de Astronomía UNAM. El objetivo del proyecto era posicionar a la Astronomía en la opinión pública y el modelo de comunicación que lo sustentaba sugería el uso sistemático de todos los recursos, medios, soportes, lenguajes y actividades.

Por ese entonces el uso de los medios digitales por la prensa estaba en pañales. A un colega divulgador, que ya tenía una columna de opinión en un medio impreso, el periódico El Universal le ofreció hacer un web blog sobre ciencia, ¿un web blog? No le llamó la atención, así que me lo propuso y sin dudar acepté (cualquier medio…). La responsable del diario versión digital, Gabriela Velásquez Álvarez me pidió un título y una reseña de lo que me proponía a abordar. Fue un acertijo, el título era determinante. Cualquier referencia a astronomía me limitaría, para entonces para mi evaluación académica yo tenía que divulgar la ciencia en general, la astronomía era apenas el esbozo de un “experimento” a probar.

Lo que sucedió casi simultáneamente para elegir el título se convirtió en una norma a seguir en adelante, el responsable de comunicación debe cubrir permanentemente a su instituto o centro de investigación como su propia fuente. En un seminario semanal del Instituto Yair Krongold presentó a sus colegas los pormenores de un paper aceptado para su publicación en la prestigiada revista Nature, se trataba de la detección en rayos X de materia perdida en el espacio intergaláctico, mediante un procedimiento muy creativo, y el líder de la investigación era Fabrizio Nicastro, también del IA en ese momento. “¡Esto es noticia!”, me dije.

Acordé con Krongold una visita a su cubículo para que me platicara del hallazgo (subrayo platicar para dejar claro que no debía ser una entrevista). En su narración de la “materia perdida” detectada describió que formaba parte de un segmento de “brazo” de la cosmic web. Al redactar el comunicado de prensa traduje como maraña cósmica. Cuando el director del Instituto en ese momento, José Franco, revisó el texto me pidió que corrigiera maraña por red. Le repliqué que al observar la simulación de la cosmic web no me parecía una red, no era como la de una de portería de futbol, de tenis o la de protección a trapecistas, y sí más semejante al tejido neuronal, enmarañado. Discútelo con Yair, zanjó. A Krongold le hice ver mi argumento, agregando que nos dirigíamos a gente que ni pálida idea tiene de nada de esto y que debíamos ser muy ilustrativos con un lenguaje que permitiera identificar bien la idea. Estuvo de acuerdo con “maraña”. Lo comenté con el director y aceptó diciendo “montoneros” (algo semejante sucedió con los Gamma Ray Burst y con las flares solares. Ya les comentaré de ello).

Yair Krongold y José Franco
Yair Krongold y José Franco

Otra revelación interesante de la detección de materia perdida es que en el espectro electromagnético aparecían las longitudes de onda correspondientes a carbono, nitrógeno, oxígeno, nitrógeno y otros elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. Se me vino a la mente tanto El Origen de la Vida, de Oparin, como mis clases de ciencias biológicas cuando estuve en el IPN. Palabras más o menos don Alexander decía los astrónomos nos han mostrado que en el Universo abundan los elementos precursores de la vida y esos elementos son Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno. En ese momento tuve la epifanía ¡la colaboración se llamará La Maraña Cósmica!, será mía, y me permitirá abordar universo, vida, planeta, evolución, elementos.1

La Maraña Cósmica como weblog de El Universal online se publicó varios años. En 2017, a partir de una estancia de asesoría en Comunicación Pública de la Ciencia, en el Centro de Nanociencias y Nanotecnología UNAM, Ensenada, Baja California, como parte del proyecto de posicionamiento de la UNAM en la agenda de la opinión pública de Ensenada, acordé con el director del diario El Vigía de esa ciudad, Enhoc Santoyo, la publicación cada Lunes de una columna de opinión que lleva el título de La Maraña Cósmica. Hoy me es muy grato compartirla en El Universo.

Ilustración de la detección de Missing Matter en la Cosmic Web (cubo verde) por medio de un jet de un cuásar (arriba izquierda y línea morada) y su detección por el telescopio Chandra X Ray.
Ilustración de la detección de Missing Matter en la Cosmic Web (cubo verde) por medio de un jet de un cuásar (arriba izquierda y línea morada) y su detección por el telescopio Chandra X Ray. En el cuadro de abajo las líneas espectrales de los elementos detectados. Crédito imagen: ESA
1 En este largo documento viene el informe de la Dirección del Instituto de Astronomía para la Memoria de la UNAM ese año, y se da cuenta del proyecto de Oficinas de Información Pública, donde se enumera el weblog La Maraña Cósmica https://books.google.com.mx/books?id=vDYUF5p1F28C&lpg=PA506&ots=gf3nonNzmM&dq=weblog%20La%20Mara%C3%B1a%20C%C3%B3smica%20El%20Universal&pg=PT7#v=onepage&q=weblog%20La%20Mara%C3%B1a%20C%C3%B3smica%20El%20Universal&f=false

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