Los mapas de las estrellas se han elaborado desde la edad de piedra, siempre buscando plasmar eventos en el cielo, la posición en donde se vieron o los patrones que seguían las en el trascurso del tiempo.Su realización y precisión ha sido un trabajo monumental en la historia de la civilización humana, ya que hay llevado miles de años entender el movimiento de las estrellas y el nuestro conforme a ellas.
Para los astrónomos ha sido un trabajo importante entender en dónde se encuentran las estrellas, ya que con esta información pueden desarrollar una mejor comprensión de cómo ha evolucionado el Universo. Pero desarrollar mapas precisos no es cosa fácil. El reto consiste en hacer una medición de las distancias y posiciones de los astros sin ir a ellos.
Los astrónomos, usando la física y las matemáticas han podido desarrollar distintos métodos para obtener la cifra más cercana a la real.
Recientemente uno de esos esfuerzos se ha visto con el telescopio espacial GAIA, que mediante un método llamado paralaje, esta realizando uno de los mapas más modernos hasta la fecha de la galaxia en donde vivimos, la Vía Láctea, pero con la característica de estar en tercera dimensión.
¿Pero, qué es eso de la paralaje?
Por muy complicado que suene este término, no lo es. Nosotros lo usamos diariamente para poder caminar o medir la distancia que tiene, por ejemplo, un salero a nosotros solo con verlo.
Contamos con dos ojos, cada uno de ellos toma una imagen diferente, y estas dos imágenes las usa el cerebro para calcular cual es la distancia aproximada de un objeto. Haz el experimento: estira tu brazo y levanta el pulgar, cierra un ojo y después el mismo ciérralo y abre el otro ojo rápidamente. Te darás cuenta que el pulgar se desplazo con respecto al fondo; este es el efecto de paralaje. Si medimos este desplazamiento, es posible usando sencillas matemáticas trigonométricas la distancia de nuestro rostro al pulgar.
De la misma manera el telescopio GAIA, toma dos distintas imágenes imágenes para saber la distancia de una estrella, y así lo hace con millones de estrellas.
Y con esta información, no solo se hará un mapa 3D, si no que ayudará a los astrónomos a poder saber características más precisas de planetas que puedan estar orbitando en esas estrellas.