Alguna vez te has preguntado sobre la diversidad biológica que existe en la Tierra y, ¿cómo impacta en nuestro medio ambiente y estilo de vida? Lo cierto es que adentrarse en las complicadas relaciones que se entretejen en los distintos hábitats y sus huéspedes es una tarea compleja.
En esta ocasión, seleccionamos a las abejas, estos insectos que podrán parecer ordinarios, venenosos incluso, se les puede atribuir una decena más de adjetivos, sin embargo, esta especie es imprescindible en el planeta, la razón es simple, el 35% de los cultivos destinados al consumo humano como algunas frutas y vegetales están regulados por la actividad de las abejas.
Las abejas son insectos polinizadores, es decir, ayudan a transportar el polen de una flor a otra haciendo posible la producción de semillas y frutos, y está es solo una de las cualidades que poseen las abejas, favorece la diversidad genética de las plantas, no son portadoras de patógenos como bacterias o virus… y además producen ¡miel!
En las últimas décadas el incremento en el uso de pesticidas y plaguicidas ha reducido la población de abejas, lo que repercute directamente en la producción de alimentos que diariamente consumimos. Crear conciencia de este problema ayuda a replantear medidas que permitan la conservación de la riqueza biológica que alberga la Tierra.
Constantemente nos beneficiamos de otras especies, y es responsabilidad de todos ayudar a conservar sus hábitats. Evita contaminar, reduce el consumo de plástico, opta por materiales biodegradables o reusables, cultiva jardines con flores que produzcan néctar, en México la lavanda y el azahar crecen fácilmente durante todo el año. La próxima vez que te encuentres a una abeja, no le temas, al contrario, protégela, recuerda que esta contribuyendo a nuestro medio ambiente y estilo de vida.